Primero cocinaremos el ragú. Podemos hacerlo el día antes o incluso tenerlo hecho y congelarlo.
Ahora prepararemos la pasta (aunque podéis comprar láminas prepreparadas).
Mientras la pasta reposa, preparamos la bechamel.
Cuando la pasta haya reposado, ponemos el agua a hervir en una cazuela grande (cuando hierva: añadimos sal (al gusto)).
Dividimos la masa en 5 y con la ayuda de un rodillo hacemos las láminas con un grosor de un milímetro.
Puedes cortarlas del tamaño que quieras para cubrir la bandeja (piensa que al hervirla se hace un poco grande). A nosotros nos gusta que tengan el tamaño de la bandeja.
Hervimos las láminas durante 2 minutos y, a continuación, las colocamos en un cuenco con agua fría para parar la cocción. Las secamos en un paño.
Ahora ya tenemos todas las preparaciones listas y es momento de montar la lasaña. En una fuente de horno:
Precalentamos el horno a 180ºC.
Cocinamos la lasaña durante 40 minutos. Si pasado este tiempo no ha quedado gratinada: activa el gratinador del horno unos minutos.
Deja reposar durante 15 minutos antes de servir.