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¡No tires la corteza que siempre cuesta más de rayar!
Rasca con un cuchillo un poco la corteza de parmesano (2) para eliminar la parte más superficial.
Córtala en pequeños dados y colócalos en un plato sobre papel vegetal, procura que queden bien repartidos y espaciados.
Caliéntalo en el microondas a máxima potencia durante 2-3 minutos: te quedarán unas perlitas de parmesano bien crujientes.